
Empresa
familiar
Las empresas familiares cuentan con unas particularidades y una idiosincrasia que las hacen diferente de las empresas no familiares. Un aspecto destacable de las empresas familiares tiene que ver con la capacidad de institucionalizarse. En este sentido, solo las instituciones, pueden ser transmisibles en el tiempo.
Del mismo modo, para transmitir una institución debe de existir voluntad de las partes y la pertinente habilidad empresarial que la haga perdurar en el tiempo. Así, la continuidad debería de ser el enfoque de este tipo de instituciones, donde la voluntad individual y colectiva se basa en tres tipos de aspectos: los familiares, los empresariales y los patrimoniales.
A lo largo de las etapas del ciclo de vida de la empresa familiar, pueden surgir conflictos de intereses a consecuencia de las discrepancias entre las prioridades e intereses que se originan en los aspectos familiares, empresariales y patrimoniales.
Es por ello, que a través de nuestra experiencia, empatía y cercanía ayudamos a propietarios de empresas familiares a reflexionar ante los retos que les imponen sus empresas. Asimismo, contribuimos a lograr el éxito y la perdurabilidad de la empresa familiar generación tras generación.

